En el análisis sobre la influencia del internet en la vida diaria (profesional, económica, política, social y cultural, etc.) desde su aparición en el Perú, hace dos décadas, no puede dejar de lado el aspecto de las amenazas, directas o tácitas, visibles o veladas que merodean en el mundo virtual. La red de redes puede llegar a ser una selva llena de peligros. Como dicen los expertos, lo que está en internet pertenece a todos. Y a nadie, a la vez.

Pero, ¿cuáles son estos peligros? ¿A qué estamos expuestos, realmente? Todo es un ir y venir en el mundo virtual. La dicotomía se multiplica: la libertad de expresarnos libremente, en cualquier contexto y desde cualquier parte del mundo (donde haya una conexión, claro) es una ventaja, un nuevo derecho adquirido, un derecho universal, pero es también un caos, en el sentido textual de la palabra. Todos opinan, todos informan, todos comentan, todos dicen. Pero sin control alguno, para bien… y para mal.

Otro aspecto que revela hasta dónde llega el poder de la red es el relacionado a la privacidad, al uso del Internet para fines privados. Porque, lo sabemos bien, no en todos los países es igual la facilidad de acceso. China es el caso paradigmático: para teledirigir la opinión y la cultura de este país, el Gobierno chino maneja incluso su propia versión de Google, que es como manejar la propia versión de la historia antigua y presente.

Tenemos un asunto paralelo que analizar: la piratería. Podemos llamarla también el acceso indiscriminado, la difusión arbitraria y la no-propiedad.

¿Quiénes ganan y quiénes pierden? Para responder esta y otras preguntas consultamos a Roberto Bustamante (experto en tecnologías de la información), José Alejandro Godoy (periodista y blogger), Jacqueline Fowks (periodista), Jorge Bossio (docente) y Erick Iriarte (experto en derecho informático). La discusión, claro está, no se acaba.